Las referencias cinematográficas son evidentes y golosas: “The Night of The Living Dead” en el título que abre el disco, “Pat Garret and Billy The Kid” en su tema más westerniano, y el Frankenstein más icónico que nos ha dado el séptimo arte en la portada.
Canciones directas, inmediatas y sin florituras en un trabajo sin medias tintas que accede al oído fácilmente y que, aunque le pese la anglofilia en los textos, resulta honesto y, afortunadamente, nada pretencioso.