Con un aforo de casi 3000 personas se presentaba el pasado jueves 6 de octubre en la Plaza España de Sevilla, englobados dentro del ciclo de conciertos del Icónica Fest donde ha tenido unos nombres de primer nivel ya no solo nacional, sino internacional, pues bien, ahí en la fiesta se colaron los amigos de Izal para dar en Sevilla su última actuación en la ciudad tras la noticia de que la banda se separaba, del cual aún quedan unos seis últimos conciertos.
El marco es incomparable, una plaza España a rebosar y vemos en la escenografía cinco marcos gigantes, marcos típicos donde pondrías una fotografía enorme y que serviría como complemento audiovisual del concierto y de manera puntual comenzaron y en dichas pantallas se ve en blanco y negro como llega la banda y empieza el griterío del público, se toman un chupito, hacen una especie de ritual donde se abrazan a corrillo e imagino que entonan un cántico y saltan al escenario, de fondo estaba sonando la música de Fotografías de su trabajo más reciente, Hogar, y arrancan con un ramillete de canciones donde ya nos sumergen en el mundo Izal con el pozo, canción que sirviese en su día para adelantar su trabajo Autoterapia y es que estamos metido en ese pozo de canciones y magia, donde también hay que poner en su sitio a todo el equipo de luces, dan una atmósfera increíble y si a eso le sumamos el entorno donde estamos metidos, se pueden imaginar, mucho juego a contraluz y cegadoras hacia el público donde se ven las siluetas de los cinco Izales.
Dan un pasito más atrás en su discografía, interpretan asuntos delicados y uno de sus grandes hits como es Copacabana.
Ahora si es momento para lanzar varios piropos a la ciudad y concretamente a la Plaza de España, agradece Mikel a la organización por llevarlos allí y continúan con Meiuqèr en un tema donde comienza pausado y con mucha atmósfera.
Por lo que se ve la siguiente canción en la gira la está presentando Alberto Pérez, guitarrista de la banda, ya que recientemente ha sido papá por segunda vez y evidentemente el tema que presenta es pequeña gran revolución, aluvión de móviles que empiezan a verse grabando el tema, al finalizar de pronto como si de Matrix se tratase pero en versión rojiza nos adentramos en he vuelto donde también con esas luces recrean la atmósfera del videoclip.
Mikel da un pequeño discurso donde le gusta exaltar a esas personas sufridoras que van al concierto sin saberse ninguna canción y que conocieron el nombre de la banda hace poco, esas personas que han asistido al concierto como acompañantes y para ellos les dedica los seres que me llenan, Iván está sublime a las teclas y tanto es así que lo acompañan Alberto y Gato a la guitarra y bajo respectivamente.
Se torna de nuevo en un ambiente más íntimo con palos de ciego sin una iluminación grande ni los cuadros reproduciendo nada y engarzan enérgicamente con el hombre del futuro.
Mikel se va hacia 2013 donde grabaron en Aranda de Duero bajo la producción de Luca Petricca donde su hija grabó el mítico “One, two, three, ready, GO!” audio que reproducen para introducir tu continente.
Dicen que por muy cómodo que sea el viaje, por la rutina hay que cambiar y lo mejor es no dejarse llevar por la inercia, otro tema más de su último trabajo, se ve en la pantalla un carrusel girando y eso sumado al sonido de las teclas de Iván nos mete en la típica feria americana de noria gigante, carruseles y nubes de algodón, la verdad que muy conseguida la ambientación en esta canción, también nos recuerdan que han sido dos años de miedo y ya está bien, ya es hora de decirle adiós al pánico práctico.
Se divisa en las pantallas el ojo de la portada de autoterapia y efectivamente, es esa misma canción que da título homónimo al disco la que ejecutan para pasar a unos truenos y efectos de relámpagos en los cuadros para llegar a la increíble historia del hombre que podía volar pero no sabía cómo donde más que un concierto parece que estamos asistiendo a un festival, Mikel destaca sus zapatillas verde eléctrico y pregunta al público que si les gusta, y es que resulta que en cada concierto están sorteando las zapatillas firmadas por los componentes de la banda para un sorteo solidario, incita a la gente a participar ya que entre todos podemos conseguir mucha magia y efectos especiales.
Esto va encarrilándose hacia el final, llevamos hora y media de concierto y literal que no nos hemos enterado, el tiempo ha pasado demasiado deprisa, los focos se centran el Alberto para interpretar Bill Murray, Gato toca el bajo con un arco típico que usan los violinistas, cuidan hasta el más mínimo detalle, Mikel presenta a la banda al final de la canción y parece como un primer amago de adiós, pero no, aún no han llegado los bises.
En los cuadros se ve en el cuadro central, ya que hay cinco, uno por componente digamos, pues en el central aparece una especie de contador de años donde van pasando los años de la banda con imágenes proyectadas en ambos laterales donde se ven momentos importantes de la banda, momentos emotivos y momentos internos hasta llegar a la fecha actual.
Hacen un repaso de cosas malas y negativas y también de lo contrario y Mikel nos grita que si se repite que al menos nos pille bailando el baile, vuelve la grabación masiva por parte del personal y parece de nuevo que estamos más en el Interestelar de festival que en un concierto, se nota que Izal ha sido un grupo carne de festival y logran transmitir parte de eso en sus directos pero al igual que hacen una fiesta con el baile cambian rotundamente a pausa, donde directamente el desgarro de Mikel cantando hacen que este que les escribe se parta en pedazos y me llegue a emocionar de manera rotunda y se marchan.
Pero todos sabíamos que volverían, quedaban aún las últimas balas, regresan con HOGAR y se sienten como en casa y bajan del escenario y qué bien que lo hiciesen, se bajan Mikel micro en mano, Gato al bajo, Alberto con el ukelele, Alejandro con una pandereta e Iván con una melódica, entre la gente a corrillo para interpretar ese himno de la banda aunque para himno sería lo que esperábamos y queríamos ver y oír, se van homenajeando a todo el personal sanitario desde limpiadoras, enfermeras, farmacéuticas, médicos, hace un discurso emotivo sobre la sanidad pública y se van dejando en éxtasis a todos los asistentes con la mujer de verde.
Para este que les escucha Izal fue una banda muy importante en su día y aunque hacía algo de tiempo que no los veía en vivo, qué bien que pude disfrutar de su último concierto en la ciudad.