Sevilla, 23 de Diciembre de 2011, Sala Custom.
Conocíamos las virtudes de Albertucho en formatos tan dispares como salas pequeñas, teatros y hasta sobre una azotea. Anoche tocaba verlo con toda la banda, y vaya banda, en su expresión más rockera y deshinibida: Albertucho en estado puro.
Ya salió con ganas, entonado y a comerse una sala Custom casi llena. El Capìtán Cobarde había ganado la primera batalla contra la crisis y la idoneidad de unas fechas navideñas que aventuraban una dudosa asistencia.
Albertucho se retorcía y gesticulaba desde inmensas nubes de humo ataviado de su inseparable sombrero para mostrarnos una vez más esa reinvención en elegancia y finura de su innata sinvergonzonería e impetuosidad.
Jugaba en casa, su ciudad natal y eso siempre se nota. Un público rendido a un concierto muy variado, con fases acústicas, con puesta de largo de temas nuevos (inconmensurable el homenaje a un toro indultado en "él no murió" con los padres y el manager a los coros) y los éxitos de siempre "el pisito", "la persiana" que no faltaron.
Aún más. Grandísima la banda del Capitán Cobarde que luce y a la que Albertucho deja lucir. La sección de viento, los teclados, bajo, batería, guitarra eléctrica…todos sobresalientes y metidos en el concierto contribuyendo a esa química de banda tan indispensable.
En el apartado de recuerdos y versiones sonó Fiesta de Joan Manuel Serrat al que presentó como un chavalito que está empezando y what a wonderful world de Louis Armstrong interpretada con ukelele al más puro estilo Israel Kamakawiwo'ole.
Palabras del capitán cobarde puso el punto final a un gran concierto, posiblemente el último de quien escribe en este 2011. Esperando con ganas el primero de 2012….
Fotografías: Arantxa LV